martes, 5 de mayo de 2009

EL TÌO BETO









EL TÌO BETO

El tìo Beto desde niño fue bueno y aplicado. Su madre una mujer luchadora y autoritaria, sin embargo, el padre sumiso y comprensivo. El tìo Beto, estudiò en el mejor colegio de Lima, su compañero de carpeta y mejor amigo “el vagancia”, juntos hacían el dùo dinàmico, se comprendian , eran complemento uno del otro, terminaron la secundaria, se prepararon en la misma academia, postularon a la misma universidad , solo pudo ingresar el tio Beto, se alejaron un tiempo, hasta que por fin el vagancia ingresò a un instituto Bancario, volvieron a su situación amical anterior, salir al cine, a jugar futbol, etc.
Al año se graduaron el tìo Beto en la Universidad y el vagancia en el Instituto, a travès del periòdico se presentaron a una convocatoria de trabajo para 10 empleados en un Banco de reconocida trayectoria en el paìs. Siendo el tìo Beto la persona idónea para el trabajo ocupando el primer puesto y el vagancia, el dècimo primer puesto.
Se alejaron por segunda vez, pasado ya un mes en el Banco, el tìo Beto decide visitar a su mejor amigo, lo llama por telèfono y el vagancia le invita un almuerzo en su casa.
Al dia siguiente, después de ir a la Parada hacer algunas compras de vìveres , y obsequiárselo. Toca la puerta, y el vagancia lo abraza efusivamente. El tìo Beto , se asombra al ver la casa con tan solo una mesa y una silla, colchones en el piso, ha, y sobre la mesa pan seco, una taza de tè, compartieron solamente el tè, sintió que el mundo se le venìa encima, la tristeza lo embargaba, vio a la mamà sobre el colchón que se encontraba en el piso. Le explicaba, que el trabajo que conseguirìa podìa haberle solucionado la deuda que tenìa con una empresa, así que todos sus bienes fueron embargados. Y lo ùnico que hacìa era alquilar chistes y revistas para poder comer. Se despidieron con un fuerte abrazo.
El tio Beto, consulta con su jefe si pudiera hacer algo para colocarlo en algún espacio laboral, solamente si alguien renuncia o es despedido de aquella convocatoria podría solicitar el empleo.
Se lo comenta al amigo, quien en un abrir y cerrar de ojos, se presentò a la Institución bancaria, pasaron los dìas y no habian resultados positivos, pero su sufrimiento cada dìa su estado fìsico era deplorable, el tìo Beto decide renunciar para que el amigo pueda acceder a ese empleo. El tio Beto , pertenecía a una familia adinerada, así que no le iba afectar mucho. Estuvo a la expectativa de los resultados.




El día lunes el vagancia, se presentò bien al terno azul y una corbata nueva de color rojo y azul; zapatos nuevos, buen corte de cabello, etc. Quedaron en verse a la semana, y nada, pasò un mes, y nada, hasta que decidiò visitarlo, la mamà del vagancia, se contenta al verlo, pero el en ese mismo instante fijò la mirada en el televisor a color de 24” , todo lo que veìa era lo que siempre estuvo ahí, nunca lo embargaron, nunca comieron pan seco, solo fue una escenografìa, para sorprenderlo y engañarlo.
El vagancia, llegò apurado, por la llamada que le hizo su mamà, ya que el tìo Beto estaba paralizado, no hablaba, no tenìa gestos, llamaron al hermano que era mèdico y se lo llevaron en una ambulancia, seis meses después ya estaba en casa con sus padres, durante esa etapa de vida era muy triste para la familia, verlo como un vegetal, no dormía en las noches, y en el dìa estaba sentado frente al televisor apagado, pasaron 15 años el tío Beto restablecido parcialmente, económicamente muy bien, en sus chacras sembraron papas, también criaron vacas, cabras y caballos de paso.
Tiene camiones y camionetas del año.
El vagancia, al leer un periódico se entera del éxito de su amigo. Y va en su busca.
El tiò Beto lo abraza y le sonrìe. Y le dice al oído, todo esta perdonado.
El vagancia entre làgrimas, le cuenta que todo lo perdiò por el bendito alcohol , hacia cuatro años que dejò la terapia, al llegar a casa ya no estaba la mamà y la casa había sido vendida para pagar el internamiento del vagancia , esta historia no termina continùa..

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